El Sprint de Idiomas de Lingoda es la manera más rápida de sentirse cómodo hablando en inglés, francés, alemán o español en solo tres meses. Comprométete a tomar 15 clases al mes durante tres meses, y recibirás un reembolso del 50%. ¿Quieres avanzar realmente rápido? Si tomas 30 clases al mes durante tres meses, puedes obtener un reembolso del 100%.
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Aprende un idioma con el Sprint de Idiomas de Lingoda
No hay nada como la constancia para desarrollar tus habilidades lingüísticas rápidamente. Practicar todos los días es clave para aprender a tocar un instrumento, y no es muy diferente cuando se aprende un idioma. Estás construyendo las habilidades que estás aprendiendo y reforzando todas esas reglas gramaticales, todo el tiempo. Si pasa demasiado tiempo entre las clases, estás volviendo a aprender algunas de las mismas cosas una y otra vez.
Pierde el miedo hablar idiomas
Tomar clases con frecuencia hace maravillas con tu confianza a la hora de hablar. Cada clase de Lingoda te hará hablar y aprender nuevas frases. Perderás la vergüenza a hablar en otro idioma porque lo estarás haciendo a menudo. Esto es particularmente cierto si donde vives no se habla tu lengua meta. El Sprint de Idiomas de Lingoda recrea en parte ese entorno de inmersión, donde puedes hablar a menudo con hablantes nativos.
Horarios de clase flexibles
¿Trabajas durante toda la semana y llegas a casa a la hora de cenar? ¿Te ocupas de tu familia hasta altas horas de la noche y solo tienes las mañanas libres? ¿Tienes un trabajo por turnos de horario impredecible? Todavía puedes participar en el Sprint de Idiomas de Lingoda y perder el miedo a hablar en otro idioma. En serio, tenemos profesores de nivel nativo de diferentes lugares que imparten clases en distintas zonas horarias. Las aves nocturnas pueden tomar clases a las 11 de la noche, y los padres con niños pequeños pueden tomar una clase a las 8 de la mañana, justo después de dejarlos en el cole. Tampoco es necesario tomar clases siempre a la misma hora del día, así que si una semana estás libre por las mañanas y a la siguiente por las noches, no hay problema.
Clases en grupos reducidos
Si alguna vez has ido a un curso de idiomas de tu universidad, ya conoces la situación: 25-30 estudiantes en diferentes niveles de dominio del idioma, puestos en “grupos de conversación”. El profesor va pasando por los grupos tratando de ayudar, pero como la mayoría no tiene mucho nivel, tampoco es mucho lo que se consigue. Las clases de Lingoda, afortunadamente, no son así. El número máximo de estudiantes es de cinco, y el profesor está ahí para corregirte y guiarte. Hay práctica conversacional, pero el profesor está escuchando y puede ayudarte de inmediato. Tus compañeros de clase tienen el mismo nivel que tú, y no hay que esperar mucho para que llegue tu turno. No estás perdiendo el tiempo.
Materiales de clase bien estructurados
Los profesores de Lingoda están organizados y siguen un plan de estudios basado en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (en el que se basan todos esos niveles A1, B1…). Los objetivos de aprendizaje de cada lección son claros y se establecen desde el principio. No hay lecciones imprecisas o dispersas como las que a veces recibes con otros profesores online. Con Lingoda hay un camino claro hacia el éxito, y siempre sabes en qué punto te encuentras. Puedes descargar los materiales de aprendizaje y volver a ellos, así como el chat donde los profesores dejan sus respuestas a las preguntas que surgen durante la clase.
He tomado clases de idiomas en la universidad, en clases nocturnas, clases particulares en escuelas privadas de idiomas y he utilizado todas las aplicaciones de idiomas habidas y por haber. Lingoda es eficiente y eficaz cuando lo que quieres es aprender y utilizar de verdad un idioma en el mundo real.
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Recuerda:
Solo un pequeño apunte sobre el Sprint de Idiomas de Lingoda: tienes que inscribirte específicamente para un Sprint, y el pago de las lecciones se realiza en tres plazos. Después de que el Sprint o el Supersprint haya terminado y se haya comprobado tu asistencia, ¡recibirás tu reembolso!
Erin McGann es una escritora autónoma canadiense que se centra en los viajes, la vida en el extranjero, la paternidad, la historia y la cultura. Tras casi una década viviendo en el Reino Unido, Erin se instaló en Heidelberg (Alemania) con su marido y su hijo. Llevar a su familia a todos los castillos y museos al aire libre es una de sus actividades favoritas, junto con la costura, el tiro con arco y la recreación histórica. Puedes consultar su blog de viajes y seguir su obsesión por las casas con entramado de madera en su Instagram.
