Mudarse de Portugal a Berlín
Para ser sinceros, mi historia es bastante común. Me mudé a Berlín en julio del 2019, con la esperanza de comenzar una nueva carrera y vivir por fin con mi pareja alemana.
Quienes de verdad me conocen no se sorprendieron, porque siempre me ha gustado viajar y aprender nuevos idiomas, y había vivido varias experiencias internacionales antes de esta. Estaba interesada en vivir en Alemania desde hacía al menos nueve años, ¡así que tomar la decisión de mudarme no me llevó mucho tiempo!
Te preguntarás: ¿cómo me siento cuatro meses después? Si quieres saber más sobre mi experiencia como nueva inmigrante portuguesa en Alemania, ¡sigue leyendo!

Primeras dificultades en Berlín
Tengo la inmensa suerte de tener una pareja alemana que me ayudó a lidiar con el papeleo y las citas, lo que me ahorró mucho tiempo y me dio el apoyo necesario mientras mi alemán todavía estaba en pañales. Además, al ser ciudadana de la Unión Europea, no he tenido que hacer frente a algunos desafíos que se encuentran otros inmigrantes cuando se mudan a Alemania, como visados, permisos, entrevistas, tener que demostrar mi nivel de idioma, etc.
Mis primeras dificultades fueron en realidad emocionales, sociales y culturales. Vine a Berlín dejando atrás a mis mejores amigos, a mi familia y un trabajo de maestra que adoraba. Entonces empecé a cuestionarme mi propósito aquí. Estaba convencida de que nunca haría amigos, de que estaría sola durante años. Buscar trabajo también te hace ser humilde y, en momentos de desesperación, te hace preguntarte si eres una completa inútil. Según van pasando las semanas, llegas a creer que nunca vas a tener éxito. Aunque todavía no puedo hablar de trabajo (todavía estoy buscando), he dado la vuelta a mi situación y ahora tengo una nueva vida social, ¡y un montón de amigos con los que pasar el rato!
¿Cómo?

Cómo conseguí hacer amigos
Si hay una diferencia entre Berlín y mi país, es que Berlín es una ciudad de paso. Muchas personas vienen a pasar unos pocos meses o años, y luego regresan a sus países de origen o viajan a otro lugar de Europa. Si bien esto te permite conocer una gran variedad de personas interesantes, también es frustrante. Personalmente, siempre he preferido tener un par de muy buenos amigos en lugar de muchos simples conocidos. Cada vez que empezaba una conversación con alguien en la calle, el supermercado o la cafetería, me decepcionaba al saber que esa persona que tenía tanto en común conmigo iba a desaparecer en un par de meses. Al no tener todavía un trabajo ni estar estudiando, me resultó muy difícil hacer amigos que estuvieran viviendo en Berlín… ¡y para quedarse!
Esto lo solucioné uniéndome a un curso intensivo de alemán en la escuela local, lo que me permitió conocer a más gente como yo. Su objetivo era estudiar alemán para mejorar sus perspectivas profesionales, conseguir un mejor trabajo, acostumbrarse a su nueva ciudad… Muchos de ellos todavía planean irse de aquí, ¡pero han aumentado mis probabilidades!

Cuidado con los fríos alemanes
Como portuguesa, una de las cosas que he oído a menudo desde pequeña es que los alemanes son increíblemente organizados…, pero también muy fríos. Que es difícil crear una conexión, establecer algún tipo de amistad. En mi experiencia, eso es completamente falso.
Los alemanes que he conocido hasta la fecha están abiertos a conocer a otros, a divertirse, a hablar de todo tipo de temas y, en algunos casos, quieren incluso ayudarte a que te sientas cómoda. Algunos alemanes me abrazaron la primera vez que nos vimos, me hablaron con entusiasmo sobre mi país e hicieron todo lo posible para hacerme sentir como en casa.
Yo diría que la mayor diferencia cultural en comparación con Portugal es que los alemanes son bastante sinceros sobre sus opiniones desde el primer momento, y no tratan de matizar sus ideas para ser educados o ahorrar malos ratos a otras personas. Para ellos, no es maleducado ser directo con alguien que acabas de conocer. En Portugal, tendemos a ser mucho más indirectos con nuestras palabras y más diplomáticos cuando conocemos a alguien. Además, no son muy expresivos con su lenguaje corporal y el tono de su voz, que mantienen relativamente contenido y constante. Es cuestión de acostumbrarse.

¿Los alemanes son realmente tan puntuales?
Una de las cosas más importantes que descubrí al principio fue que Berlín no tiene nada que ver con el resto de Alemania. Berlín tiene su propia cultura (¡que muchos alemanes afirman que no es ni siquiera cultura!), su propio ecosistema, su propia forma de hacer las cosas. Desde mi punto de vista, es difícil hablar de una cultura alemana pura en Berlín. Muchos estereotipos que había oído toda mi vida sobre los alemanes no se cumplen en absoluto en Berlín.
Uno de ellos era que los alemanes son muy puntuales. ¡Muchos alemanes en Berlín me han dicho que soy más alemana que ellos por llegar temprano a las reuniones y citas! Berlín parece una ciudad relajada, quizá porque hay tantos extranjeros viviendo juntos que ciertos comportamientos han comenzado a adaptarse entre sí y a amoldarse a una presencia internacional.
Aun así, si planeas mudarte a Berlín, sé puntual. Es de buena educación, es lo que se espera de ti y ¡también hay muchos alemanes que viven en Berlín que no son de aquí y podrían contar con tu puntualidad!

¿Los alemanes son muy espontáneos?
Me di cuenta de que los berlineses no son más o menos espontáneos que los portugueses en lo que respecta a su vida personal. Aunque les gusta planificar y organizar los meses venideros, no se cierran por completo a planes e ideas espontáneas. De hecho, algo muy común en Berlín es comenzar la noche en un lugar y luego explorar otros nuevos a pie (de barra en barra, si lo prefieres). También pueden sentarse en un späti, un concepto que no existe en Portugal.
El único día que no se te permite ser demasiado espontáneo es el domingo: ¡todo está cerrado! En Portugal, por ejemplo, puedes decidir ir al centro comercial en domingo para comprar comida, ropa nueva, un regalo o simplemente para pasar el rato con los amigos. En Berlín eso no es posible. Además, si eres portugués, estarás seguramente acostumbrado a quedarte en el centro comercial hasta medianoche. Eso no pasa en Alemania. La mayoría de los centros comerciales cierran a las nueve, incluida la zona de restaurantes.

Formas de socialización: algunas diferencias
Sobrevivir a una conversación con alemanes puede ser interesante si vienes de América Latina o del sur de Europa. Los portugueses podemos llegar a ser realmente muy ruidosos. Estamos acostumbrados a ir con toda la familia, a tener que hablar unos por encima de otros, a cambiar de tema varias veces durante una conversación y a reírnos muy fuerte. He recibido múltiples miradas, ¡incluso comentarios molestos porque no dejo de cambiar de tema sin terminar el anterior!
Otra cosa que me sorprendió es que a los alemanes les encantan los juegos y sus reglas. Por ejemplo, no es raro que los alemanes se reúnan y traigan juegos de mesa o de cartas para tener algún tipo de entretenimiento… ¡incluso si se acaban de conocer! Sinceramente, no recuerdo la última vez que hice algo así en Portugal. La mayoría de nuestras reuniones sociales giran en torno a la comida, la bebida y la charla. ¡Los juegos de mesa no son para nada habituales! (Pero en Berlín sí lo son las bebidas).
Además, querido portugués: por favor, quítate los zapatos antes de entrar en la casa de alguien. Sé que esto no se hace en Portugal (de hecho, quitarse los zapatos podría incluso transmitir la idea de que estás demasiado cómodo en casa de otra persona), ¡pero aquí en Alemania es bastante común!

¿Mi vecino tiene mi qué?
Las principales diferencias entre la cultura portuguesa y la alemana se encuentran en las pequeñas cosas. Por ejemplo, es común que el cartero le entregue tu paquete al vecino si no estás en casa, en lugar de dejar una nota para que lo recojas en persona. ¡Al principio esto me resultó muy extraño!
Además, ¿sabías que en Berlín siempre deberías llevar encima dinero en efectivo? Muchos lugares —incluyendo cafés, restaurantes e incluso tiendas dentro de centros comerciales— no aceptan tarjetas. Por el contrario, los establecimientos portugueses siempre las aceptan, excepto quizá en aldeas remotas o cafeterías muy pequeñas.

¿Estás pensando en venir a Berlín?
Yo sin duda recomiendo vivir en Berlín. Esta ciudad es creativa, llena de ideas y gente con talento, culturas de todo el mundo y un montón de actividades en las que participar. ¡Hay algo para cada uno! Sin embargo, si tu objetivo es conocer la Alemania tradicional, Berlín ha cambiado para adaptarse a una gran cantidad de culturas y, por lo tanto, no es el mejor destino para confirmar o negar los estereotipos alemanes.
¿Y tú?
¿Tienes alguna experiencia interesante en Alemania que te gustaría compartir? ¿Cuáles son algunas de las diferencias culturales entre tu país de origen y Alemania? ¿Has notado una gran diferencia entre Berlín y otras ciudades?