Vale, tu propósito de año nuevo es aprender un idioma. ¡Estupendo! Pero ¿por dónde empezar? Tienes de todo para elegir, desde apps hasta clases presenciales. Sin embargo, tu vida no va a detener solo porque hayas decidido aprender francés, alemán, español o inglés. Vamos a desglosar algunas de las claves del aprendizaje de idiomas y las mejores formas de aprenderlos.
Aprender idiomas con hablantes nativos
En Canadá, todos los niños que no son hablantes nativos de francés lo aprenden en el colegio desde una edad temprana. Sin embargo, no hay suficientes profesores de francés en todo el país, así que a veces el resultado es un dominio de la lengua muy limitado y una no muy buena pronunciación. No solo es difícil aprender con alguien que no se encuentra del todo cómodo con ese idioma: probablemente tendrás como referencia una pronunciación que no es del todo adecuada. Si lo que quieres es saber qué dice la gente en un contexto real para pedir otra cerveza, o como escribir un wasap, esas son cosas que los hablantes no nativos es probable que no sepan. Ahorra tiempo y correcciones dolorosas en un futuro, y asegúrate de que estás aprendiendo de un hablante nativo.
Mejora tus habilidades auditivas cuando aprendes un idioma
En una clase pequeña, de cuatro o cinco personas, como las clases de Lingoda, tienes la tranquilidad de no estar siempre en el punto de mira, pero también escuchas a otros estudiantes trabajar con el idioma. A veces harán preguntas que te aclararán cosas que creías comprender, y a veces cometerán el error que estabas a punto de cometer tú. Escuchar a cuatro o cinco personas intentar pronunciar correctamente es muy educativo, pero también te hace ver que no estás solo tratando de que tu boca reproduzca esos nuevos sonidos. Saber que no eres el único que pasa por este reto es, desde luego, una sensación gratificante.
Entablar una conversación
Practicar un idioma con una app, sin interacción humana, puede parecer una buena idea. Puedes tumbarte en la cama y responder preguntas, o hacerlo en el tren o donde sea. Y, aunque así puedes aprender algo de vocabulario, lo que una app nunca hará será preguntarte qué tal pasaste el fin de semana y esperar además una respuesta. En una clase con un profesor en directo que dialogue contigo, te verás en la necesidad de hacer uso de todos tus conocimientos. Si bien a menudo hay un momento de pánico, mientras tratas de recordar qué hiciste el fin de semana a la vez que tratas de emplear el verbo en pasado, esto es mucho más útil que practicar listas de vocabulario.
Mi experiencia personal acerca de la mejor manera de aprender un idioma
Te doy mi palabra: he recibido clases en la escuela, en cursos universitarios, con apps, con parejas tándem en persona, en clases privadas y online con Lingoda. Cuando tienes una agenda muy apretada, Lingoda consigue llegar a todos los puntos más importantes: profesores de nivel nativo, regularidad (¡pero esto depende de ti!), grupos reducidos, horarios flexibles y conversación espontánea. Con los programas del Sprint, realmente experimentarás las ventajas de concentrarte en el idioma durante un periodo de tiempo determinado. Luego puedes tomarte un té y un delicioso pastel con tu vecino.
