¿Necesitas aprender un nuevo idioma rápidamente? Puedes lograrlo, si practicas a menudo y te comprometes a mejorar. Aquí tienes algunos consejos de un estudiante de idiomas y profesor experimentado que te ayudarán a alcanzar tus objetivos con el idioma en muy poco tiempo.

8 maneras de aprender un idioma rápidamente

Si quieres aprender un nuevo idioma en poco tiempo, necesitas practicar tanto como sea posible. Cuanto más practiques, más rápido aprenderás. Practicar el idioma todos los días debe convertirse en tu nuevo hábito, porque así es como empezarás a incorporarlo a tu memoria a largo plazo. Es una muy buena idea tomar clases todos los días, así estarás seguro de aprender algo nuevo que se haya explicado a fondo. Cuando tomas clases con Lingoda, hay clases disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que significa que incluso puedes tomar varias clases al día si quieres.

1. Practica a diario

Para tu práctica diaria, también hay muchas cosas que puedes hacer por tu cuenta, como:

2. Aprende a través de la inmersión

Como alguien que participó en un programa de intercambio de idiomas en la universidad y expatriada que ahora vive en el extranjero, puedo asegurarte al 100% que la forma más rápida de aprender un idioma es a través de la inmersión. Un entorno de inmersión, básicamente, significa que durante un periodo de tiempo determinado te pasas el día entero usando tu idioma meta. Funciona aún mejor cuando los que te rodean no hablan tu idioma nativo, porque así tienes que centrarte en el vocabulario que conoces para poder comunicarte. Aunque parece muy complicado, te sentirás muy satisfecho de ti mismo cuando lo consigas. Pronto estarás pensando e incluso soñando en tu nuevo idioma.

3. Descubre cómo aprendes mejor

Cada persona tiene su propia manera de aprender. Algunas necesitan que otras personas les expliquen las cosas y otras necesitan hacerlo por sí mismas. En cualquier caso, las clases online de Lingoda han sido diseñadas para adaptarse a las necesidades de aprendizaje de cada uno. No importa si tomas clases individuales o grupales, las clases siempre se basan en un tema en concreto y tienen unos materiales didácticos establecidos. Todos los profesores son hablantes nativos y se toman el tiempo necesario para explicar el tema y cualquier objetivo relacionado con esa lección. Durante la clase, tendrás la oportunidad de escuchar esas explicaciones y tomar notas, hablar directamente con el profesor y también hablar con otros compañeros de clase. Todo esto te da la oportunidad de aprender cómo a ti más te conviene.

4. Fíjate objetivos precisos

Para ser consciente de tu progreso, tendrás que fijarte unos objetivos concretos. Esto te motivará a seguir aprendiendo, al mismo tiempo que te da la oportunidad de ir celebrando cada uno de tus logros. Las clases de Lingoda se basan en los niveles del MCER, por lo que es fácil entender cómo has progresado con el idioma. Además, no estás obligado a tomar clases siempre en el mismo nivel del MCER. Por ejemplo, si eres muy bueno en gramática pero tienes problemas con el oral, podrías tomar clases de gramática de nivel superior, pero clases de conversación de nivel inferior. Este método garantiza que todas las áreas del lenguaje estén cubiertas y poder saber en cuáles necesitas aplicarte más.

5. Céntrate en el vocabulario más importante

No es posible que alguien conozca todas las palabras de un idioma, ni siquiera los hablantes nativos. En cualquier caso, sencillamente es poco práctico, porque probablemente no lo necesitarás en la vida diaria. Si tu objetivo es aprender rápido, prioriza el vocabulario más importante que usarás con más frecuencia. Si estás aprendiendo inglés de negocios, por ejemplo, entonces seguramente necesitas centrarte en el vocabulario relacionado con tu trabajo. Pero si estás aprendiendo un idioma por diversión, es probable que quieras priorizar el argot y el vocabulario informal.

Por cierto, esa es la otra ventaja de aprender un nuevo idioma con Lingoda. Todas las clases se centran en temas concretos: unos en la gramática, otros en los negocios, e incluso hay temas culturales. Esto hace que sea fácil aprender los aspectos del idioma que te resulten más importantes.

6. Prioriza la fluidez sobre la perfección

Hay otra cosa que los hablantes nativos no pueden dominar: una gramática completamente perfecta. Todos cometemos errores cuando hablamos. Así que, cuando estás aprendiendo un nuevo idioma, ser perfecto tampoco debería ser tu objetivo. Es mucho más importante que seas capaz de comunicarte en vez de dedicar diez veces más tiempo en completar tu frase, porque quieres que la gramática sea perfecta. Mientras estás en clase, sí, el profesor va a corregirte la gramática, y esto es algo bueno, porque así es como aprendes. Pero en la vida diaria, incluso en el trabajo o en la universidad, la mayoría de la gente no va a fijarse en tu gramática. Tratarán de entenderte para que puedas mantener una conversación. Así que no tengas miedo de salir ahí fuera y cometer errores. Y de hecho, he descubierto que cuanto menos me preocupo por cometer errores, al final menos me equivoco.

7. Habla tan a menudo como sea posible

Como profesora de idiomas, creo firmemente que hablar es la clave para aprender un idioma correctamente. Creo que es porque, cuando estás hablando, tienes que esforzarte para encontrar las palabras correctas rápidamente y poner en práctica lo que sabes. Cuando estás leyendo o escribiendo, tienes tiempo para consultar un diccionario y pensar con calma lo que quieres decir. Pero cuando estás teniendo una conversación en tiempo real, la otra persona está esperando a que respondas, lo cual te empuja a responder. Así que, cuanto más hables un idioma, más rápido lo interiorizarás.

8. Piensa en el nuevo idioma, no en el tuyo

Este último consejo lo aprendí de mi propia experiencia aprendiendo alemán. Una de mis profesoras de alemán nos dijo ya en el nivel A1 que tratáramos de pensar en alemán. Al principio, esto me sorprendió: “¿Cómo puedo hacer eso en A1? Soy como un bebé que apenas puede hablar”. Más tarde me di cuenta de que se refería más bien a una cuestión de mentalidad. Si te centras en aprender un idioma traduciéndolo, siempre tendrás dificultades para entenderlo completamente, porque partes de tu idioma nativo. Esto te hace hablar más despacio y cometer más errores. Ahora que mi alemán ha mejorado mucho, lo entiendo perfectamente. Cada vez que hablo alemán, me pongo en “modo alemán”. Creo que incluso cambia un poco mi personalidad cuando hablo alemán, pero eso está bien porque es un idioma diferente, lo que significa que también proviene de una cultura diferente. Aceptar la cultura es lo que al final de verdad te hace hablar como un nativo.

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