Si has decidido inscribirte en un curso o si quieres aprender un idioma desde casa, verás que hacerlo, uniéndose así a todos esos experimentados estudiantes de idiomas para adultos que hay por ahí, plantea un auténtico desafío. Y afrontémoslo: ¡los adultos tienen muchos problemas, inseguridades, agendas apretadas, cargas familiares y asuntos profesionales que a veces dificultan el estudio! Entonces, ¿cuáles son algunos errores que podríamos estar cometiendo y que podemos intentar corregir ya mismo?
¿Estás cometiendo estos errores como estudiante de idiomas adulto?
1. ¿Te comparas con los niños (o con cualquier otra persona)?
Ya hemos explicado en un post por qué no hay que comparar a niños y adultos en lo referente al aprendizaje de idiomas, pero el mensaje principal es este: si quieres sentirte feliz con tu progreso, compararte con los demás no te ayuda. Si te obsesionas con que los demás están progresando más rápido, tienen más aptitudes o un acento mejor que el tuyo, te impides a ti mismo concentrarte en lo que de verdad importa: ¡tu propia relación con el idioma, única y valiosa! En ella tú estás al volante. Para aprender un idioma tienes que centrarte en la carretera, no en los coches que pasan a tu lado.
2. ¿Ves la vergüenza como un enemigo del aprendizaje?
Esto puede sonar un poco cursi, pero la vulnerabilidad es una parte fundamental del aprendizaje de un idioma, así como los silencios incómodos, las vacilaciones, las palabras olvidadas y algún que otro paso atrás. Sentirse incómodo a veces es necesario para pensar en tu propio progreso y en lo que todavía quieres mejorar. ¡Estar un poco nervioso o incómodo de vez en cuando te hará más fuerte, más seguro, más fluido y dispuesto a enfrentarte al mundo! Por eso, la vergüenza es en realidad tu aliada en el aprendizaje de idiomas, no un enemigo.
3. ¿Te cuesta ser constante?
¿Sabes que hay quien dice que presentarse es ganar la mitad de la batalla? ¡Y tienen mucha razón! Lo mismo se aplica al aprendizaje de idiomas: debes fomentar esos buenos hábitos. Pero sabemos lo que estás pensando: “¡Eso está muy bien, pero mi horario está lleno!”. Lo entendemos, somos humanos y son muchas las cosas que tienes que hacer en 24 horas. Sin embargo, incluso solo 15 minutos pueden significar mucho. Leer un relato, escribir diez oraciones en tu idioma objetivo antes de dormir o escuchar un breve podcast mientras cocinas o limpias siempre será mejor que no hacer nada. Proponte el objetivo de hacer un poquito todos los días.
4. ¿Te olvidas de diversificar tus materiales de estudio?
Los estudiantes de idiomas siempre parecen estar buscando la siguiente herramienta perfecta. ¿Cuál es esa aplicación que puede salvarme? ¿Cuál es ese libro que puede enseñármelo todo? Es comprensible, y desde luego que puedes llegar a sentirte abrumado por un exceso de recursos (hablaremos sobre eso a continuación). Pero piénsalo de esta manera: cuando salgas al mundo real a hablar tu nuevo idioma, ¿estarás rodeado de una sola persona? ¿Un libro? ¿Una aplicación? ¡Por supuesto que no! Tendrás que lidiar con una variedad de personas con diferentes acentos, leer las noticias usando diferentes plataformas y formatos, y así sucesivamente. Por esa razón, es muy buena idea mezclarlo todo un poco y trabajar con una variedad de materiales. Lo que nos lleva al siguiente punto…
5. ¿Te olvidas de crear tus propios materiales?
¿Alguna vez te has preguntado por qué puedes leer perfectamente un texto, pero te cuesta escribir una redacción sencilla? ¿O por qué entiendes todo lo que oyes, pero no puedes juntar tres frases para salvarte la vida? La producción es tan importante como la recepción a la hora de aprender un idioma. Sí, es divertido leer nuevos materiales y descubrir nuevas plataformas, ¡pero no dejes de escribir tus propios textos, crear tus propias tarjetas personalizadas y practicar el habla! Si esto te parece demasiado, empieza escribiendo diez frases cortas al día justo cuando te despiertes o antes de irte a dormir. ¡Es un buen punto de partida!
6. ¿Te olvidas del placer de jugar?
Cuando se les pregunta qué les gustaría mejorar sobre sí mismos, los estudiantes de idiomas suelen responder: “más disciplinado”, “más trabajador”, “más constante”, “más seguro de mí mismo”. Todo esto está muy bien, ¡pero no te olvides de que el aprendizaje de idiomas también tiene que ver con el juego! Cuando uno aprende un nuevo idioma, tiene mucho que valorar y disfrutar: hacer nuevos amigos, jugar a juegos nuevos, conocer la literatura, descubrir la comida y mucho más. En el momento en que el aprendizaje de idiomas se convierta en un montón de horarios con reglas estrictas que no te llevan a la diversión, ¡tómate un tiempo para considerar cómo puedes darle vida!
7. ¿Te agobias con tantos recursos?
Un error habitual que cometemos los estudiantes de idiomas es sobrecargarnos con aplicaciones, manuales, plataformas, cuentas de intercambio de idiomas y mucho más. Si no te centras y vas pasando de un sitio web a otro, instalando otra aplicación, comprando varios libros que no usas o inscribiéndote en cursos que no terminas, ¡es hora de replantearte tu enfoque! Comienza creando una lista de recursos sólidos que te gustaría usar para propósitos muy específicos: una aplicación para leer, una plataforma para practicar el oral, una plataforma para escuchar, etc. Si quieres también puedes establecer cuánto tiempo dedicarás a cada uno, ¡pero eso es opcional!
8. ¿Subestimas la importancia de las personas?
A veces, los estudiantes de idiomas nos relajamos centrándonos en nuestras aplicaciones favoritas, plataformas de streaming, manuales, tarjetas y listas de verbos, y nos olvidamos de la razón principal por la que estamos aprendiendo un nuevo idioma: hablar. ¡No subestimes la importancia de profesores, tutores, compañeros de intercambio lingüístico y nuevos amigos a la hora de mejorar tus habilidades con el idioma! Te darán retroalimentación motivadora, a veces te dirán verdades incómodas y tendrás muchas oportunidades para ser espontáneo. ¡Ahí es donde empieza la conexión real!
¿Has estado cometiendo alguno de estos errores? ¿Cuáles? ¿Cómo crees que puedes mejorar?