Todos empezamos a aprender un nuevo idioma con muy buenas intenciones, pero ¿cómo consigues memorizarlo todo? Aquí tienes algunos consejos para retener tus nuevos conocimientos del idioma tanto dentro como fuera de clase. ¡Erin nos explica cómo puedes convertirte realmente en un estudiante de idiomas experto!
7 pasos para convertirse en un experto en el aprendizaje de idiomas
1. Intenta hablar con la gente en tu nuevo idioma desde el principio
Puedes sentirte un poco ridículo cuando no sabes decir gran cosa, pero es un ejercicio muy importante. Te hará aprender algunas frases nuevas en contexto, y tu pronunciación también mejorará. Escucha a tu interlocutor y trata de hacerlo igual que él. Seguramente incluso te enseñará un par de palabras nuevas. Además, cuanto antes consigas sentirte cómodo hablando en tu nuevo idioma sin un guion preestablecido, mejor.
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2. Experimenta tu nuevo idioma de diferentes maneras
No aprendas solo en el tiempo de clase, pues hay más cosas que se pueden hacer. Cambia el idioma de tu correo y tus aplicaciones. Escucha música, apréndete la letra de las canciones y canta. Encuentra una serie de televisión o una película que te guste y mírala con los subtítulos puestos, y si tu nivel ya es lo suficientemente bueno, también puedes ver cine clásico en ese idioma.
3. Habla contigo mismo
Parece cosa de locos, pero funciona. Mantén conversaciones imaginarias con otra gente en tu nuevo idioma. Si te ayuda, imagínate como sería la conversación que tendrías en una tienda, o si acabas de conocer a alguien y tuvieras que explicar de dónde eres y a qué te dedicas. Yo siempre termino haciendo esto cuando tengo que llamar a alguien o antes de hacer alguna gestión oficial: tengo varias conversaciones simuladas de prueba en mi cabeza. Cuando me encuentro con una frase o una palabra que no sé, la busco y así estoy un poco más preparada.
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4. Sé constante con las clases
Mis mayores avances con un idioma siempre han ocurrido cuando he sido constante con mis clases. Haz lo que mejor te funcione: yo, por ejemplo, no tengo unos días específicos para las clases, lo que hago es marcarme el objetivo de dar tres clases a la semana, y eso a mí me resulta más factible. Si tú prefieres ponerte un horario, hazlo. La clave es que, decidas lo que decidas, lo cumplas fielmente, incluso los días en los que no te sientas capaz de hacerlo.
5. Toma notas
Mi marido tiene un pequeño cuaderno donde anota todas las palabras en alemán que se encuentra y que no conoce, y así más tarde puede buscar su significado para estudiarlas. Esto le ayuda a hacer un registro del vocabulario que va aprendiendo, y también a practicarlo. También puedes anotar las frases que estés tratando de aprender, o, si te resulta complicado expresar algo, puedes tomar nota de la manera correcta de decirlo. Además, así queda registrado lo mucho que estás avanzando: si miras las primeras páginas, te sorprenderás al ver qué cosas te parecían difíciles hace solo unos meses.
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6. Encuentra cosas que te gusten y que estén en ese idioma
Lo que yo prefiero es escuchar música, y mi marido prefiere ver programas de televisión con subtítulos. No me obligo a escuchar Schlager (música pop cursi que tocan muy fuerte en el Oktoberfest y otros festivales populares), sino que encontré música que realmente me gusta escuchar. La clave es centrarse en un tema que ya te gusta previamente, pero ahora en el idioma que estás aprendiendo. Yo me suscribo a revistas de cocina en alemán, y me resultan bastante fáciles de leer porque ya sé mucho de cocina. Sigue a youtubers o escucha podcasts, solo tienes que encontrar aquello que te gusta, pero en tu nuevo idioma.
7. Trágate tu orgullo
Esta es una de las cosas que a mí personalmente más me cuestan, pero es fundamental. No te obsesiones con decirlo todo de la manera más perfecta, de lo contrario nunca hablarás con nadie. Tan solo intenta hacerlo lo mejor posible, eso será suficiente para la mayoría de la gente. Por supuesto, siempre hay gente grosera, o que te interrumpe y te corrige, pero no dejes que eso te detenga. No puedes avanzar sin practicar, y aquellos que realmente aprenden un idioma son los que sencillamente no dejan de avanzar.
¡Ahora, vamos a poner en práctica eso de ser constante en el aprendizaje y vamos a reservar algunas clases de Lingoda!