El aprendizaje de idiomas: cómo cumplir tus propósitos de año nuevo

Al comienzo de cada año, muchos de nosotros nos planteamos nuevos propósitos. Sin embargo, muchos terminamos por no cumplirlos. Aunque estos propósitos dependen de las circunstancias de cada uno, uno de los objetivos más populares y gratificantes es el de aprender un nuevo idioma. Entonces, ¿cómo puedes asegurarte de cumplir tu propósito este año?

A continuación analizamos algunas de las razones más comunes por las que la gente fracasa o las excusas que dan, y ofrecemos soluciones para ayudarte a mantenerte motivado y en la buena dirección para aprender idiomas.

1. “¡No tengo tiempo!”

Llevamos vidas ocupadas y algunas veces podemos sentir que no tenemos las suficientes horas en el día para hacer todas las cosas que deseamos. Mucha gente piensa que aprender un idioma requiere un nivel de tiempo libre que ellos simplemente no tienen, pero la verdad es que es perfectamente posible encontrar el tiempo necesario, incluso si tienes un ritmo de vida frenético.

Aprender un idioma no requiere enormes sacrificios, solo requiere organizar mejor tu tiempo. Te sorprenderías de cuánto progreso puede hacerse en solo una hora de clase y, si puedes hacer malabares con tu semana para hacer un poco más de hueco, empezarás a mejorar rápido el idioma sin tener que abandonar otras actividades de las que disfrutas.

2. “¡No puedo permitírmelo!”

El dinero es una preocupación legítima en lo que se refiere a aprender un nuevo idioma, especialmente en la situación económica actual, y los cursos basados en las clases tradicionales pueden ser caros. En Lingoda nos hemos dado cuenta de ello y hemos adoptado una estrategia de precios flexible y razonable, con precios desde 6,30 € por clase.

No es necesario adquirir material de aprendizaje adicional, ya que todo el material se facilita durante las clases. Todos nuestros cursos incluyen una garantía de devolución del dinero durante los primeros 7 días y, además, también ofrecemos clases de prueba de una hora por solo 99 céntimos.

3. “¡Soy demasiado mayor para aprender idiomas!”

Muchos de nosotros hemos leído estudios que explican que los niños se desenvuelven mejor en lo referente a la adquisición de idiomas, lo que explica por qué los niños educados en un entorno bilingüe a menudo pueden hablar ambas lenguas con la misma fluidez. Pero, en realidad, si crees que se te ha pasado el momento de ser capaz de aprender un nuevo idioma, deberías volver a planteártelo.

De hecho, un estudio desarrollado por la Universidad de Haifa (Israel) descubrió que los adultos tienen mayor facilidad a la hora de aprender las reglas de un idioma nuevo que los niños y que los adultos se desenvuelven mucho mejor que los niños en cuanto a la pronunciación. Como adulto, también puedes beneficiarte de saber qué estrategias de aprendizaje son mejores para ti.

4. “¡Siento que no progreso lo suficientemente rápido!”

Otro problema común que la gente tiene cuando intenta aprender un idioma como su propósito de año nuevo es que espera progresar demasiado y demasiado pronto. En etapas tempranas, cuando la gente no obtiene el progreso que espera, suelen perder el interés o se rinden por completo, pero la clave es proponerse objetivos realistas para empezar.

Un idioma no se aprende de la noche a la mañana. Además, a lo largo del proceso de aprendizaje, lo más probable es que haya partes que se hagan cuesta arriba y causen frustración. Esto es normal y requiere un cierto nivel de perseverancia. Al mismo tiempo, no debes olvidar el progreso que sí llevas a cabo.

5. “¡No tuve buenas notas en la escuela!”

Para aquellos que tuvieron problemas, académicamente hablando, volver a introducirse voluntariamente en una experiencia de aprendizaje puede resultar bastante desalentador. No obstante, las notas que tuviste durante tus años de escuela o universidad tendrán poca relación con tu habilidad de adquirir un segundo idioma.

En la escuela estudiabas múltiples asignaturas con la intención final de aprobar exámenes. Cuando aprendes un idioma, tienes la habilidad de dedicar más tiempo, de centrarte en ello y el objetivo final es el desarrollo personal. Además, tu enfoque será diferente, ya que tú mismo estás eligiendo aprender un idioma, mientras que a la escuela tenías que asistir obligatoriamente.

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6. “¡No puedo visitar el país!”

Es una excusa común, pero en realidad no tiene demasiada relevancia. Aunque no tengas tiempo o dinero para viajar al país donde se habla el idioma que has elegido, y aunque es verdad que ayuda estar alrededor de hablantes nativos, es perfectamente posible aprender un idioma en tu propio país.

Con los cursos en línea como Lingoda, serás capaz de comunicarte con hablantes nativos con normalidad aunque te quedes en tu propio país. Si quieres aumentar tu exposición al idioma todavía más, también puedes intentar ver programas de televisión o escuchar música en ese idioma.

7. “¡He oído que ese idioma es demasiado difícil!”

Si intentas aprender cualquier idioma, sin duda encontrarás a alguien que te diga que es el idioma más difícil de aprender. En realidad, todas las lenguas tienen aspectos que son fáciles de aprender y otros más difíciles, y esos aspectos pueden variar dependiendo de los idiomas que ya sepas hablar.

Diversos estudios muestran que plantearse un propósito de año nuevo con el pensamiento de que es “difícil” aumenta las probabilidades de fracaso. En vez de buscar razones por las que no puedes hacerlo, céntrate en tu motivación por aprender y acepta que habrá desafíos a lo largo del camino, pero ten por seguro que no hay ningún idioma que sea demasiado difícil para aprenderlo.

8. “¡De todas formas, todo el mundo habla inglés!”

No solo no es una buena excusa para no intentarlo, sino que, de hecho, es errónea. La verdad es que el inglés no es tan predominante como se podría pensar y tanto el español como el mandarín tienen en realidad un mayor número de hablantes nativos en todo el mundo.

Hoy en día, se pueden visitar muchos países por todo el mundo y nunca necesitar hablar otro idioma aparte del inglés. Sin embargo, si quieres alejarte de los principales centros turísticos y experimentar un sentimiento más auténtico del país, aprender el idioma mejorará bastante tu viaje.

9. “¡No conozco a nadie que hable el idioma!”

Hablar con otra gente que conozca el idioma puede ser muy útil para progresar, pero no poder hacerlo no tiene por qué ser un obstáculo. Con herramientas en línea como Lingoda, es fácil comunicarte con gente de todo el mundo que comparte tu deseo de aprender y mejorar.

Además, en cuanto a tus perspectivas laborales, el hecho de que no conozcas a nadie más que hable el idioma puede ser bastante positivo. Vivimos en un mundo globalizado y las empresas buscan constantemente caminos para introducirse en nuevos mercados. Tener conocimientos de una lengua que los que están a tu alrededor no tienen puede ser una gran ventaja.

10. “¡Ya lo he intentado y ya he fracasado antes!”

Si la primera vez no tuviste éxito, inténtalo e inténtalo de nuevo. El haber fracasado al intentar cumplir un propósito de año nuevo en el pasado no tiene por qué implicar que vayas a volver a fallar. Mucha gente que ha conseguido aprender un segundo idioma hizo múltiples intentos antes de encontrar la forma apropiada de acercarse a la lengua.

Analiza por qué fracasaste la última vez e intenta aprender de tus errores. Puede ser que tu enfoque fuera erróneo, que tu estilo de vida no ayudara o que el método de aprendizaje no diera la talla. Aquí es donde entra Lingoda, pues ponemos a tu disposición lecciones en línea flexibles con profesores de nivel nativo cualificados.

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