Nuestros mejores trucos para aprender idiomas de adulto

- “Creo que este idioma me odia, no puedo acordarme de nada”
- “Me rindo. Los idiomas no son para mí”
- “Dime la verdad, ¿soy idiota? Parece que el resto lo hace tan bien…”
¿Por qué parece tan difícil aprender un idioma?
Aprender un nuevo idioma, incluso de adulto (o quizá precisamente de adulto) nos hace pensar que somos niños otra vez. Nos sentimos vulnerables, expuestos, ridículos e incapaces. Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Esperar años hasta que desarrolles tu confianza y, después, aprender el idioma? Definitivamente, no.
Nuestra escritora, María, está aquí para contarnos sus trucos personales sobre cómo inspiró a sus estudiantes a continuar su viaje con el inglés; y cómo ella, una estudiante apasionada y a veces frustrada, vence los retos de aprender un nuevo idioma.
10 trucos clave para aprender un idioma de una vez y para siempre
1. Disfruta de hacer el ridículo
Desde que empecé a aprender idiomas, he insultado a mi nación completa por accidente, he tenido las palmas de las manos sudorosas al conocer gente nueva, me he quedado en blanco varias veces durante las clases y he devuelto una sonrisa de manera extraña cuando no tenía ni idea de cómo responder. ¿En la clase? Harás el ridículo. No hay manera de evitarlo. No lo evites, no lo odies, no lo temas. Hacer el ridículo es una de las muchas maneras que tiene tu cerebro de recordarte que todavía te preocupas por tu propio desarrollo ¡y que tienes espacio para ser una mejor versión de ti mismo!

2. Haz lo que tengas que hacer
¿Cuántas veces has oído que escuchar música es una manera genial de adquirir más fluidez? ¿O que memorizar listas de verbos es lo que necesitas hacer para ser mejor hablante? Solía promover estos trucos e incluso se los dije a mis estudiantes muchas veces, hasta que me di cuenta de que para mí tampoco funcionaban. Esta es la verdad: si necesitas mejorar cómo hablas, tienes que empezar a hablar. Todo lo demás sin duda te hará un mejor comunicador, pero solo servirá para complementar y mejorar, no es lo fundamental. Lo mismo para el resto de habilidades lingüísticas, en función de tus objetivos. Hablando de lo cual…

3. No confundas la recepción con la producción
Hay diferencia entre recibir un idioma y producir un idioma. La expresión oral y escrita te fuerzan a producir un idioma. La comprensión oral y escrita son habilidades receptivas. Están íntimamente relacionadas y pueden ayudarse a mejorar mutuamente, pero hacer solo una de ellas significa que la otra sufrirá. Entonces se tardará más en llegar a un nivel avanzado. Decide qué competencia lingüística te importa más, y crea un plan en torno a ella. Si tu objetivo es aprender un idioma en general, yo recomendaría la expresión oral en primer lugar.
4. Haz tu aprendizaje tan personal como sea posible
Siempre me sorprende cómo los estudiantes pueden recitar una lista completa de profesiones en un segundo idioma: “ingeniero, actor, profesor, cantante, camarero”. Pero en cuanto les pregunto: “¿cuál es tu profesión?” o “¿cuál es la profesión de tu madre?” se dan cuenta de que nunca se les había ocurrido pensar cómo se dice. Ya no sigo las típicas estructuras que me obligan a aprender direcciones por las que nunca voy a preguntar o ingredientes de comida que nunca voy a usar, en vez de permitirme elegir los temas que me interesan.

5. Crea tus propios materiales de estudio
En el libro Fluent forever, el políglota Gabriel Wyner dice que, cuanto más implicado estés en la creación de tus materiales de estudio –sean textos, flashcards o canciones–, más probable es que recuerdes las palabras. ¿Y no tiene lógica? Se relaciona directamente con hacer tu aprendizaje más personal. Elegir tus propias imágenes para tus flashcards, copiar un texto con tu propia letra, crear un collage con tus canciones favoritas o escribir un poema corto con las palabras nuevas que has aprendido no es solo más creativo, sino más fácil de recordar en general.
6. Olvida lo que te enseñaron en el colegio
Bueno, no exactamente “lo que te enseñaron”, sino “cómo te lo enseñaron”. Mira, el colegio es algo maravilloso: nos enseña a memorizar mejor, a ser selectivo con nuestros recursos, a comprometernos y a descubrir más sobre el mundo. Pero también nos enseña a obsesionarnos con los exámenes y las listas de verbos conjugados. Muchos estudiantes de idiomas se autosabotean de adultos porque su foco está todavía en la competición, la perfección, demostrar al resto cuánto saben y “estar listos”. La vida real no funciona así, especialmente en el aprendizaje de idiomas.


7. Desarrolla el sentido de urgencia
Si necesitas aprender un idioma rápido por una razón en concreto, es hora de desarrollar un sentido de urgencia. Únete a una clase con profesores reales que mantendrán en ti el sentido de la responsabilidad, porque eso te obligará a asistir y recibirás feedback inmediato. También te puedes comprometer a llevar un registro de tu progreso y compartirlo con otros online, si te unes a una comunidad de idiomas en las redes sociales y participas en retos de idiomas.
8. Entiende lo que es útil y con lo que estás perdiendo el tiempo
A los profesores entusiastas les suelen encantar los periódicos detallados, los manuales inmensos, los materiales gramaticales interminables y conversar con otros amantes de la lengua en Twitter (ejem, ejem). Está bien dedicar tiempo a tu comunidad y a los materiales que te gustan, pero ten cuidado con no malgastar tu tiempo en cosas que no son…, bueno…, exactamente… ¡aprender el idioma que quieres! A veces mantenemos la ilusión de estar aprendiendo cuando en realidad estamos relajados o pidiendo trucos, lo que significa permanecer en la zona de confort. ¡El aprendizaje real viene de la práctica y de cometer muchos errores!
9. Aprende frases, no palabras
Los profesores de idiomas muchas veces recomiendan no aprender las palabras solas. Estoy de acuerdo. Es mucho mejor aprender cómo los hablantes nativos usan estas palabras en contexto. Para no hablar como Tarzán la próxima vez que te encuentres con un nativo, usa el aprendizaje por frases, que se centra menos en la gramática y más en expresiones que la gente usa a diario y cómo las usa.

10. Acepta que nunca vas a terminar
Mis estudiantes a veces me preguntan: ¿cuándo tendré fluidez? Esa es la pregunta del millón de dólares en el aprendizaje de idiomas. ¿A qué te refieres con fluidez? Si tienes el compromiso de aprender un idioma, acepta que la lengua es un ser vivo que se ha desarrollado durante siglos y continúa creciendo. Esa es la belleza de aprender un idioma –nunca se termina, y miles de personas antes que tú lo han traído hasta este punto.
¡Aprende el idioma de tus sueños!
Así que aquí tienes los trucos, ahora lo único que tienes que hacer es apuntarte a nuestra clase de prueba de Lingoda. Visita hoy nuestra web y embárcate en nuestro viaje para aprender idiomas.